38 años
gobernación de Qalqiliya (pueblo)
Después, escuché en la radio algo sobre ayuda, hablé con ellos y empecé a ir donde ellos, me escuchaban y enseñaban cómo protegerme. Me aconsejaron aprender costura y es lo que hice. Mientras mi marido trabajaba yo cosía, aunque él no quería, pero cuando vio que había dinero no dijo nada, pero yo no me callé, porque él quería que le diese dinero y yo me negaba, por ello cogí a mis hijos y hui. Alquilé una habitación y vivimos ahí. Hoy tengo máquinas de coser y trabajan conmigo chicas que se benefician, por lo tanto, he podido ayudar a otras chicas y les he enseñado a defenderse y a no aceptar la violencia y ni los golpes. Estoy orgullosa de mí misma y de mis hijos, así como, quiero presentarme como candidata al Consejo Rural del pueblo, para poder ayudar a otras mujeres y elevar su voz hacia lo más alto. No tenemos que avergonzarnos de hablar entre nosotras. Hoy soy fuerte, tengo fuerza de voluntad, determinación y desafío al miedo que había dentro de mí. Quiero que las mujeres aprendan, sean fuertes y se defiendan. Digo en voz alta: «fuerza, determinación para lograr el éxito, cambio de vida para mejor y no a la violencia».