TASHARUK

GÉNERO, CULTURA Y RESISTENCIAS EN PALESTINA

النوع والثقافة والمقاومة في فلسطين

Aprendiendo a ser fuerte
año 2020
38 años
gobernación de Qalqiliya (pueblo)
Estoy casada y tengo cinco hijos. Me casé cuando era una adolescente, con tal solo 14 años. Me obligaron a casarme cuando era muy pequeña, no entendía nada y mi marido era 15 años más mayor que yo. Solía tardar mucho en regresar a casa y yo no podía preguntarle por qué. Si le decía: «¿por qué llegas tarde?», me pegaba y me decía: «no puedes preguntarme, soy un hombre». En ocasiones, me dejaba sin comida y cuando se lo contaba a mi familia, me decían aguanta, ten paciencia, a pesar de que yo hablaba con ellos.

Después, escuché en la radio algo sobre ayuda, hablé con ellos y empecé a ir donde ellos, me escuchaban y enseñaban cómo protegerme. Me aconsejaron aprender costura y es lo que hice. Mientras mi marido trabajaba yo cosía, aunque él no quería, pero cuando vio que había dinero no dijo nada, pero yo no me callé, porque él quería que le diese dinero y yo me negaba, por ello cogí a mis hijos y hui. Alquilé una habitación y vivimos ahí. Hoy tengo máquinas de coser y trabajan conmigo chicas que se benefician, por lo tanto, he podido ayudar a otras chicas y les he enseñado a defenderse y a no aceptar la violencia y ni los golpes. Estoy orgullosa de mí misma y de mis hijos, así como, quiero presentarme como candidata al Consejo Rural del pueblo, para poder ayudar a otras mujeres y elevar su voz hacia lo más alto. No tenemos que avergonzarnos de hablar entre nosotras. Hoy soy fuerte, tengo fuerza de voluntad, determinación y desafío al miedo que había dentro de mí. Quiero que las mujeres aprendan, sean fuertes y se defiendan. Digo en voz alta: «fuerza, determinación para lograr el éxito, cambio de vida para mejor y no a la violencia».